lunes, 26 de enero de 2015

Influencias del expresionismo en el teatro y el cine.

El expresionismo fue algo mas que un simple “ismo”, fue, como afirma Jenaro Talens, “una forma de entender la vida de la que el arte no era sino un apartado” (Talens 1998) “La obra expresionista nace como esfuerzo constante de captar el valor metafísico, absoluto, que se esconde tras los datos inmediatos de la realidad” (Lafforgue, 1971, 26-27)

El autor expresionista traduce sus experiencias mas íntimas, sus propias pasiones interiores. El arte expresionista no se ocupa de lo objetivo, expresa el pensar y el sentir subjetivo. La finalidad de este movimiento es expresar la verdad subjetiva de los sentimientos hasta convertir la obra del artista en el reflejo de su propia pasión íntima.

En el teatro expresionista se utiliza el decorado y la vestimenta de los actores como instrumentos al servicio de obras dramáticas. El expresionismo cuestiona el concepto mismo de individuo, “Cada Hombre, escribía Edschmid, ya no es individuo, ligado al deber, a la moral, a la sociedad y a la familia. En este arte no será otra cosa que lo mas elevado y lo mas ridículo: será Hombre”. Los autores expresionistas no colocan al individuo concreto como protagonista de sus dramas, sus personajes no tienen nombres propios, sino genéricos. El autor, el actor y el público deben compartir la visión del primero.

Para Jorge Dubatti, es clave el término expresión en el sentido de exteriorización, de movimiento que va del interior al exterior del sujeto. (Dubatti, 2009, 126).

El expresionismo plantea el nacimiento de un Nuevo Hombre, en este Nuevo Hombre, el arte tiene un papel fundamental, Dubatti identifica cuatro funciones básicas para el arte según el expresionismo:

(1) da forma a la experiencia histórica del hombre anulada por la objetividad “para propiciar el reencuentro del hombre con el hombre, y a través de este nuevo equilibrio, del hombre con el ser, la naturaleza, el cosmos, Dios, etc.”

(2) recuerda lo humano en un mundo de deshumanización, su función pasa a ser denunciar el horror, reclamar el cambio, gritar el dolor.

(3) Confronta la experiencia histórica con las utopías soñadas: proponer otra existencia y otra sociabilidad, donde el hombre se recupere como hombre total.

(4) Genera conciencia, acción social y política. (Dubatti, 2009)

Uno de los representantes mas destacados del expresionismo, por ser de los primeros, fue Ernest Toller, aparece en Alemania después de la 1° Guerra Mundial, llevó a la escena varios dramas basándose en la escenografía de Piscator y fue el primero en llevar a las tablas la tragedia “Masse – Mensch”, Los hombres masa, en 1920. Esta obra está dedicada al proletariado, en la cual Toller, expresa la relación existente entre el escritor y el proletariado como el conflicto entre el revolucionario y el intelectual que se declara contrario a la violencia, mientras que la masa se muestra partidaria de su uso.

El mismo tema rige su obra “Destructores de máquinas” (1922). Con Pastor may en 1939 compone una de las primeras sátiras del nazismo. Toller mismo reconoce en su obra la intención de plasmar los conflictos, así como el choque entre rebeldes y revolucionarios y la lucha del hombre contra la máquina y su amenaza. En “Destructores de máquinas” el dramaturgo toma partido por la humanidad sufriente y así lo expresa, no disimula ni evade su marcada postura a favor de los que menos tienen y los que más sufren.

Actuación expresionista

Existieron muchos postulados teóricos que se referían a como debía ser el actor expresionista. Los dramaturgos que habían escrito obras expresionistas mostraban cierto recelo en llevarlas al escenario, creían que el actor que representara al “Nuevo Hombre” debía estar tan preparado, tan alejado de viejos moldes de actuación, que si no lo lograba, dañaría al expresionismo en su mismo centro artístico y filosófico. El temor no era solo de los autores de las obras, las sentencias de cómo debía ser la nueva actuación fueron proclamadas por escritores, dramaturgos e intelectuales. Mel Gordon, en su análisis de la actuación expresionista destaca tres grandes prescripciones teóricas:

(1) “el nuevo actor expresionista como antinaturalista”, de Paul Kornfeld: solo un actor que no imite la realidad puede encarnar la esencia emocional del nuevo drama expresionista. Kornfeld fue claro y preciso: “si el actor debe morir en escena, no debe ir antes al hospital para aprender a morir, […] que abra los brazos y se atreva a hablar con las palabras que le surgen desde lo mas hondo, esas palabras que van fluyendo como si nunca antes hubiese hablado en la vida, que no se avergüence de estar actuando” (Kornfeld, 1916).

(2) “el nuevo actor expresionista como despojamiento”, Walter Von Hollander en 1917 define la esencia del actor expresionista como la búsqueda del despojamiento de todos los disfraces corporales, (ropa, piel) para hacer visible su propia alma. El actor no debía copiar las poses de,los diferentes sentimientos, debía sentir en escena, expresar sus mas profundas emociones y así llegar a desnudar su alma.

(3) “el nuevo actor expresionista como consecuencia directa de la interpretación de las obras” de Friederich Sebrecht, quien en 1919 postulaba un vínculo intrínseco entre los sentimientos del actor y sus acciones físicas. El actor para expresar un dolor sentimental debía también expresar dolor físico con el cuerpo.

Como puede observarse desde los postulados teóricos se le pedía al actor que se aleje de la representación natural, para exagerar todas sus acciones. En la práctica, el actor expresionista, además de intentar lograr lo que se establecía en los postulados, se vio influido por diferentes experiencias anteriores.

Innes en su libro “El teatro sagrado” destaca que uno de los principales rasgos de la actuación expresionista es su cualidad no mimética, artificial y en cierto sentido, retórica. Sin embargo esta artificialidad debe congeniar con la encarnación del Nuevo Hombre, subjetividad extrema que se despliega en el actuar del intérprete a través de sus gestos y movimientos. Según este autor el actor expresionista siempre se encarna a si mismo, dicha concentración lo lleva a ser la escena de si mismo, aunque al mismo tiempo lo ubique en un lugar común a todos, en una emoción arcaica, experimentable también por los espectadores.

Por otra parte, Richard Drain se refiere a la actuación expresionista diciendo que el actor con sus movimientos, busca expresar un estado interno, mas que imitar un comportamiento.

El objetivo del actor expresionista es lograr una concentración que lo lleve a lo más íntimo de su subjetividad, que pueda olvidarse de todos los preceptos y estructuras cotidianas para encontrase libre de toda razón y reflexión intelectual. El teatro expresionista utilizó un estilo de actuación (el estilo extático) que devino en clichés formales: la transformación del rostro, mediante gestos y maquillaje, manos estiradas y miembros que buscan convertirse en líneas geométricas que se adecuan a la angulosidad típica de los decorados. El movimiento corporal alterna bruscamente entre velocidad y detención.

Manuel Saavedra

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